Como siempre, el Café Berlín no decepcionó.

Pese a q al inicio se oían algunas voces por la barra, era muy leve y enseguida desapareció. De Mastretta y la banda solo elogios, así como la sala. Una hora y media de música y entorno de calidad y d Gehiago irakurri ferencia a lo de siempre

Música para el alma.

Músicos excelentes haciendo música muy divertida. Volveremos a ir a otro de sus conciertos.

Un 10 para Mastreta pero un 0 para Café Berlín. Da mucha pena que en el último tramo del concierto, más de 20 minutos antes de su fin cierren la barra para agilizar el proceso de desalojo entre un con Gehiago irakurri ierto y otro. Estas prácticas con finalidad exclusiva de meter 3 conciertos en una noche y rentabilizar al máximo acaban con la esencia del lugar y las ganas de volver. No volvía al Berlín desde antes de la pandemia y ahora entiendo cómo en un concierto de tal calibre la sala estaba tan vacía. Una pena capitalizar la música, maltratar a los asistentes por hacer de una sala mítica una triste cama caliente.